Lluvia de anuncios de aperturas, más lujo y nuevos formatos de inversión. ¿Hay lugar para tantas nuevas estrellas en el mercado hotelero argentino? Contestan los expertos.
En Palermo Soho, dos empresarios de la moda y uno de la construcción se unieron para poner un hotel boutique con 16 suites de lujo, el Vitrum. En los cuartos, supertecnológicos, de arquitectura "descontracturada e inscripta en la vanguardia", habrá objetos firmados por artistas argentinos; y en el lobby, una galería de arte colgará su colección.
Los servicios, desde salas de reunión a comodidades pet friendly, apuntan a "ejecutivos de alto nivel del entretenimiento y el arte", dicen en New Age Town & Country, una línea de hoteles pequeños pero exquisitos que aportará el gerenciamiento.
Lejos de allí en cuanto a barrio, pero también en cuanto a estilos, se está gestando el hotel St. Regis, en Puerto Madero. St. Regis es una marca de alta gama del grupo Starwood, tan alta que está varios escalones por encima de Sheraton, del mismo grupo. No existen más de 15 de estos ceremoniosos refugios del lujo clásico en el mundo, ninguno en Sudamérica.
La imagen de caviar para el desayuno que viene adosada a un St. Regis se contagiará a las residencias del mismo nombre que lo rodearán. A algunas cuadras está +5411,un proyecto parecido con 350 residencias y hotel. Los desarrolladores cerraron trato con la marca Conrad, la más alta del imperio que fundó Conrad Hilton, después de explorar varios complejos con modelo semejante en el extranjero.
La fecha de apertura todavía es remota (2010), pero le están dando gran publicidad. A veces, cinco estrellas parecen pocas. Mayan, el grupo de resorts que hasta ahora nunca salió de su bastión mexicano, tiene el terreno (pero no todavía un plan detallado) para construir lo queanticipó será un seis estrellas en el Dique 1. Seis estrellas es, por cierto, un título de fantasía –el sistema de calificación de la ciudad llega hasta cinco– que alude a "un nivel de servicio sumamente alto", según expertos del sector.
Versiones del mercado hablan de 900 dólares la noche, cifra probablemente exagerada y más parecida a Tokio que a Buenos Aires (donde por ahora las tarifas no pasan de la mitad). A 50 minutos de puerto Madero, Crowne Plaza, una marca del grupo Intercontinental, dio licencia para un hotel en San Eliseo, un country de San Vicente; la mirada está puesta en viajeros de negocios que quieran alternar golf con reuniones en la ciudad y en los nuevos turistas regionales de alto vuelo que vienen a Buenos Aires para ocio y compras.
Tantos anuncios y tantas estrellas suscitan por lo menos el interrogante de si habrá lugar para todos en un mercado argentino, que hace sólo diez años era mucho más tímido en materia de oferta. iEco consultó a hoteleros y expertos del mercado. Esta fue, en Buenos Aires, una semana justa para que todos respondieran afirmativamente. Todos los hoteles más renombrados tuvieron ocupación completa y rechazaron huéspedes por el Congreso de Dermatología.
Turismo de la Nación acaba de difundir una encuesta según la cual las "pernoctaciones" hoteleras del primer semestre de 2007 fueron un 10% más que las de igual semestre del 2006. En Buenos Aires, más de la mitad de los pernoctes fueron de extranjeros; en la Patagonia, el 31%. "Hay dos razones por las cuales las cadenas se expanden", explica Osvaldo Chudnobsky, responsable en Buenos Aires de la consultora internacional Horwath: "A veces es por una clara oportunidad de mercado en cierto lugar: una conjunción de niveles de ocupación altos y tarifas altas. Pero a veces lo hacen por los competidores: van porque van las demás. Las cadenas necesitan completar su mapa regional, para poder ofrecerles a sus clientescorporativos todo el espectro". ¿El mercado argentino en cuál de esos casilleros entra? En los dos, según Chudnobsky. Las tasas de ocupación, según un informe de Turismo de la Ciudad,promediaron el 51% en 2002- 2007. Y descollaron en los cinco estrellas: 57% de promedio enlos cuatro años. Eso significa alturas de hasta el 89% en los meses más ocupados, como noviembre del 2006.
Mientras tanto, hay varios segmentos, como el económico, todavíano tocados por las cadenas, dicen los consultores. Chudnobsky, que antes trabajó en España, estima que hay espacio para branded residences de cuatro estrellas, tales como "residencias asistidas" para gente mayor. Por su oferta cultural y gastronómica, la ciudad está en condiciones de atraer a europeos que al jubilarse buscan sol y buena vida para mudarse varios meses por año, asegura.
Las mutaciones más vistosas de la oferta hotelera parecen estar dándose en lo alto de la gama. Mientras tanto, los cuatro estrellas registran menos movimientos de cadenas extranjeras: la española. NH no tiene competidores de su escala en las ciudades de negocios como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, señalan, como ejemplo, los especialistas.
Pero las cadenas locales dan pasos en esa franja. Un caso es el grupo Fën, que desarrolló dos marcas, Dazzler y Esplendor, en dos niveles de precio. El grupo se creó hace cinco años para aportar marca y gerenciamiento a inversores locales que quieren entrar en la actividad, y ya contabilizan ocho hoteles. Este mes abren el noveno en Palermo Soho. Amerian, cadena del empresario cordobés de la construcción Martín Amengual, despegó hace 15 años y tomó posición en varias capitales provinciales, de la mano de capitales locales que se lanzan a la hotelería. Ya suma cuatro hoteles propios y tres franquiciados.
Sus próximas aperturas (franquiciadas) serán en La Pampa, Iguazú y Río Hondo.El cuello de botella para planes expansivos como ésos no parece venir tanto de un límite en la demanda de camas como de un tope en la oferta de vuelos. Amerian, por ejemplo, tiene congelado un plan de abrir un trío de hoteles en Calafate, Usuahia y Bariloche, por "las pocas frecuencias aéreas, que claramente no alcanzan para llenar los hoteles".
Por Isabel Stratta//MartínBidegaray istratta@clarin.com//mbidegaray@clarin.com
miércoles, octubre 10, 2007
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